Grupo 609

abril 15, 2010

La lucha jurídica contra el fenómeno del terrorismo internacional

Por: Vladimir Vásquez Morales

Para entender el tema del terrorismo tendremos que considerarlo como un fenómeno social, entendiendo por éste un hecho social basado o justificado de un fundamento que pertenece a la realidad, es decir, una reacción de ciertos grupos u organizaciones de personas que manifiestan el inconformismo con el sistema político o con el modelo económico del país al que pertenecen o de un país externo que interviene de manera indirecta en las decisiones de su propio país.

Pero, ¿qué sucede cuando este fenómeno social sobrepasa los límites de un Estado y vulnera a otro Estado? Se crean grandes conflictos. Es aquí en donde el derecho internacional público juega un papel muy importante, pues regula este fenómeno, estableciendo acuerdos, tratados o convenios para solucionar el problema, porque, en algunos casos, el derecho interno de un Estado no es suficiente para poder ocuparse del particular.

El fenómeno del terrorismo atiende una provocación que es percibido por los actores (grupos terroristas) y filtrado a través del sistema político, económico o social que cada uno de ellos tiene. Este sistema está formado por toda la información que los actores tienen sobre otras materias generales y asuntos concretos, así como también por opiniones o intereses particulares.

El terrorismo no es una doctrina o régimen político, sino una forma compleja de lucha violenta de la cual se ha servido y se siguen sirviendo Estados, partidos de derecha o de izquierda, comunidades étnicas o religiosas (como es el caso del Medio Oriente), organizaciones y movimiento nacionales o internacionales y grupúsculos de muy diversas ideologías.

Muchos pueden ser los motivos que justifiquen este fenómeno social, pero en realidad, ¿qué tanto se han esforzado las naciones para combatir este fenómeno? La respuesta a esta pregunta y otras más, se contestarán a lo largo de de este artículo, que será dividido en tres partes.

El término terrorismo ha tenido varias acepciones. A lo largo de la historia, podemos ver que en la Edad Media se trataba de un terrorismo de Estado que ha sido descrito como "el uso arbitrario por los órganos de la autoridad política, de la coerción severa contra individuos o grupos, de la amenaza creíble de su uso o de la exterminación arbitraria de los mismos" (González, 2006, 154).

Durante la Revolución Francesa y la aparición del Estado moderno, el terrorismo tuvo una acepción diferente; se consideraba, según Stanley Hoffmann (cit. pos. Duhalde, 2004, 5), director del Instituto de Europa de la Universidad de Harvard, como un fenómeno global que tiende a fortalecer al Estado enemigo, al mismo tiempo que busca derribarlo. En este caso, el terrorismo hacía referencia a la situación que se vivía en Francia, Estados Unidos de América, y Latinoamérica, en donde el ambiente era una lucha social entre diferentes sistemas de gobierno: la monarquía, el presidencialismo, el republicanismo, el federalismo y, principalmente, el constitucionalismo.

Un concepto acertado en la época contemporánea es el que nos da Walter Laquear (cit. pos. Duhalde, 2004, 2), presidente del Consejo de Investigación Internacional del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, que ha definido al terrorismo como el empleo sistemático de la violencia o de la amenaza de usarla por parte de las entidades menores que un Estado, con la finalidad de sembrar el terror en la sociedad, para debilitar e incluso derrocar a quienes detentan el gobierno y así producir un cambio político.

Tomado en cuenta el concepto de este último autor y el de los anteriores, podemos entender que el terrorismo ha tenido distintas formas que responden a circunstancias y objetivos diferentes. De esta manera, se distingue al terrorismo de la antigüedad, que estaba caracterizado por grupos militares que actuaban junto a brazos políticos apoyados por las monarquías absolutas, y el terrorismo actual, que se basa en fundamentos nacionalistas, apocalípticos y económicos.

Durante toda la época moderna, el terrorismo se combatía con la misma violencia. Al ver las naciones (Estados) que el fenómeno del terrorismo no se podía combatir con violencia, ya que engendraba más violencia, y además se había convertido en un problema entre Estados, se sugirió que el terrorismo entre Estados sólo se podía combatir mediante acuerdos (tratados internacionales), a lo que les denominó la lucha jurídica contra el terrorismo internacional. La lucha jurídica contra el terrorismo internacional se abordará en la segunda parte.

Fuentes de consulta

Bibliografía

González Calleja, Eduardo
2006 El fenómeno terrorista, Madrid, Dastin.

Recursos electrónicos

Duhalde, Gabriela et al.
2004 "Terrorismo internacional: Distintas percepciones sobre un mismo fenómeno" en II Congreso en Relaciones Internacionales del IRI La Plata, [en línea], Buenos Aires, disponible en: [consultado el 04 de abril de 2010].

1 comentario:

Rosendo dijo...

Hablar del tema del terrorismo es tal vez un poco complejo, por la falta de estudios que determinen lo que lleva al terrorismo, es verdad muchas de las veces ese grupo de personas que deciden atacar a determinados Estados son movidas o impulsadas por eso odio político o repudio que tienen contra esa persona, la mayoria de las veces son los que ostentan el poder en un Estado.Este fenómeno es una de las formas de violencia más difíciles de contener que puede existir y hasta el momento no se ha podido controlar, debido a que su campo de acción es muy amplio, se caracteriza fundamentalmente por: su violencia indiscriminada, involucrando a víctimas que no tienen nada que ver con el conflicto causante del acto terrorista.Es muy dificil de predecir (haciendo una analogía con un sismo), actúa por sorpresa creando incertidumbre, infundiendo terror y paralizando a la sociedad. Su inmoralidad, produce sufrimiento innecesario, golpeando las áreas más vulnerables que puede tener un Estado su soberanía,la poblacion y gobierno.

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